El creciente deterioro y abandono de las instalaciones de la central hidroeléctrica de “La Flor” y el cercano vencimiento de la concesión de aguas del Saja nos mueve a la solicitud de protección del yacimiento arqueológico industrial y cultural a través de un BIC (Bien de Interés Cultural) con más fuerza y justificación que cuando lo solicitamos exclusivamente para “el Pavón”, porque estas centrales situadas en el pueblo de Villapresente son el germen y el origen de la electricidad en Cantabria, al haber desempeñado un importante papel en la evolución y en la formación de su identidad industrial, como representante de una primera fase de implantación de una red eléctrica que contribuyó a convertir toda la comarca en un núcleo industrial y al asentamiento de las primeras industrias y posterior establecimiento de grandes empresas.

El proyecto autorizado en 1894 exigía a la compañía la construcción un muro de defensa de la margen izquierda del río en la longitud conveniente para impedir que las aguas invadieran el Monte de La Angustina, propiedad del concejo de Villapresente y que en 1919 sería, arrendado al Estado para la instalación de un vivero forestal. La fuerza de las crecidas del río Saja ha dado muestras de su poder destructivo en varias ocasiones. Actualmente el muro a sido derribado por las crecidas y las aguas embisten contra el «vivero forestal» sin que nadie emprenda su reconstrucción.

SOLICITUD DE PROTECCIÓN QUE IMPIDA LA DESAPARICIÓN DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO INDUSTRIAL Y CULTURAL DE LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA DE “LA FLOR” BIC-PARA-CENTRAL-ELECTRICA-DE-LA-FLOR.pdf